Autor:
Mauricio Schoijet
Este
libro plantea varias hipótesis, la primera de que el agotamiento de los
recursos energéticos no renovables, es decir petróleo, gas, carbón y materiales
radioactivos para la energía nuclear, como el uranio podrían ocurrir en el
curso del siglo XXI, y en el caso de los dos primeros en las próximas décadas.
Segunda, que la problemática del cambio climático se inscribe naturalmente dentro
de la de límites del crecimiento, y que es la mayor amenaza que confronta a la
humanidad.
La
influencia de las fuerzas sociales dominantes habría bloqueado la percepción de
la magnitud de esta amenaza, y de la necesidad de medidas drásticas para
hacerle frente.
Hay un considerable margen de incertidumbre sobre los efectos,
que podrían incluir la desertificación de grandes áreas, incluyendo la Amazonia;
la falta de agua en grandes ciudades, como Lima, Quito, La Paz y Bogotá; la
extinción de la agricultura en algunas áreas de irrigación, y la inundación de
áreas costeras y de grandes áreas de países cuyo territorio está solo a pocos
metros sobre el nivel del mar. En el primer caso podría inundar varias de las
grandes ciudades como Londres, Nueva York, y Tokio, con desplazamiento de
centenares de millones; en el segundo, podría desaparecer gran parte del
territorio de Bangladesh, uno de los países más pobres y más poblados del mundo,
y países isleños del Pacífico, Índico y el Caribe.
Las
medidas que proponen los gobiernos y el Comité Intergubernamental para el Cambio
Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, como el confinamiento del dióxido de
carbono, plantación de árboles, automóviles híbridos, etc., serían costosas inviables,
insuficientes o de efectos inciertos. Buscan salvar al modelo energético actual,
basados en los combustibles fósiles, y la continuación del automóvil como medio
dominante de transporte. Hacen falta medidas como la sustitución de los combustibles
fósiles por energías renovables, la del automóvil por el transporte público, la
limitación del crecimiento de la aviación y del transporte marítimo.
No
puede haber solución sin que haya grandes perdedores, que incluirían no solo a
los países petroleros y grandes productores y consumidores de carbón, sino también
a países que viven del turismo, y a sectores de la clase trabajadora. La producción
de fertilizantes podría volverse más cara y más difícil, y podría ser necesaria
una reducción de la población y de las fuerzas productivas.
SIGLO
XXI EDITORES | 2008 | 352 págs. | 21cm x 13,5cm | Rústica con solapas | ISBN 978-968-23-2739-1
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