Michel Maffesoli
Frente al pesimismo andante en la actualidad, un libro para comprender y
vivir nuestro mundo tal como es:
El ritmo de la vida cotidiana no es tributario de la simple razón, ni
esta última es la clave universal de todas las estructuras sociales, sino
simplemente una de las formas en juego en la pluralidad de racionalidades
existentes.
Podemos con ello advertir, por un lado, los reflujos políticos actuales,
el distanciamiento del pueblo de las instituciones, el declive de los saberes
especializados de los intelectuales, etc.; y por el otro, vislumbrar el
advenimiento de las redes sociales, el regreso de las tribus, el reinado de los
reality shows por televisión, la pululación de los cuerpos tatuados,
adornados, decorados, perforados…
¿Es acaso una nueva barbarie? Todo lo
contrario, pues es a través de los excesos, de aquellos desenvolvimientos
sociales como se puede encontrar el ritmo de la vida en lo más profundo de
nuestras vidas.
El derrumbe de las idolatrías como la Razón, la Historia, el Progreso
nos vuelve a abrir el tema de la alteridad, de lo cotidiano, de lo que algunos
sociólogos erróneamente llaman anomia. Pues es al unir lo arcaico con la
tecnología, que nuestro imaginario se renueva con la sensibilidad que todos
compartimos. Y con ello el estar-juntos antropológico rompe con aquellas visones
binarias de lo público y lo privado, de lo establecido y de lo que se instituye
día con día entre los grupos humanos, aquel binarismo de la nación y del
cosmopolitismo, redescubriendo con ello lo múltiple de las interacciones
diarias.
Se trata de pensar el entre-dos de nuestras identidades e
identificaciones, desencriptando las antiguas ideologías y las censuras
contemporáneas, así como las paradojas posmodernas. Convocar a la vez a las
sabidurías de ayer y a los mitos de hoy.
Edición: 1ª., 2012
Páginas: 180
No hay comentarios:
Publicar un comentario